jueves, 15 de abril de 2010

...Sin un titulo aun, pero es algo.

22/enero/1947

Cuando llegamos a la esa costa áspera, gris, desolada y enteramente amarga, seguramente por la sal del mar. Me pregunto como se abría sentido el capitán Aranda en 1830 cuando llego por primera vez aquí, a estas desoladas costas. YO me sentía extrañado pero maravillado al mismo tiempo, había algo vibrante en aquel lugar, algo más triste que sombrío, lastima que comenzó a llover y tuvimos que regresar al barco.

24/enero/1947

El tiempo no mejoro mucho en los últimos dos días después de nuestra llegada e incluso pensamos en regresar al puerto de Nayarit de donde habíamos partido hacia unos 4 días, cuando el clima comenzó a mejorar. Un golpe de suerte pensé en ese momento, un profesor de arqueología no siempre tiene 40 hidalgos para lanzarse en un viaje a todo vapor hacia una antigua isla en el pacifico llena de ruinas antiguas y nuevas, el casco de la antigua hacienda se detenía por algún extraño designio, se ladeaba en extraño ángulo hacia el mar, mas allá en el campo raso viejos vestigios de una construcción poco practica y mal hecha, quizá un palenque o algo como un coliseo de perros. Aranda era conocido por su gusto por la sangre, cuando llego a esta isla estaba llena de indígenas muy poco civilizados intento usarlos como criados pero pronto se dio cuenta que no eran mucho mejores que para dianas o sacos de entrenamiento de sus mastines. Pronto la población se mermo y de un día para otro simplemente desapareció junto con la esposa del capitán.

25/enero/1947

El sol jamás sale aquí. Es un tanto extraño que exista una isla con estas características en el medio del pacifico, había miles de islas con un clima mas tropical a no mas de 20 kilómetros de este pedazo de basalto, ¿Por qué Aranda escogería este lugar?, me sorprende, además de la producción de la pequeña mina de plata de la isla no imagino como es que se la arreglaba para mantener este lugar, no me sorprende que se halla deteriorado tan rápido. Sin embargo las ruinas indígenas son fascinantes, están hechas de piedra volcánica con incrustaciones de plata como si hubiesen sido moldeadas y no talladas, si es obra de artistas es un trabajo magnifico, su belleza late en los ojos por si misma.

**

Enero 30.

Cada día las ruinas me fascinan más. Los grabados ígneos de las entradas del templo principal son hermosos, brillan bajo los tenues rayos del sol matinal y languidecen siguiendo el camino del astro. Incluso parece que cambian de tonos, de un rojo intenso en la mañana pasan a un verde rosáceo en el crepúsculo. Creo que la tripulación esta nerviosa; he visto al capitán persignarse mas de una vez mientras creía que no lo veía. Supersticiones tontas de gente de mar, supongo. He ordenado que 10 de los hombres preparen equipaje, provisiones y armas para unas 10 jornadas. Pretendo estar fuera solo una semana pero no quiero quedarme sin comida a mitad de una selva desconocida. Bien conocidos son los relatos de canibalismo desesperado. Por las prisas había olvidado anotarlo, pero desde el desembarco he notado un cierto olor, acre y penetrante que inunda el ambiente a intervalos irregulares. Es casi una presencia palpable y viva que ronda el campamento. Como si husmeara y vigilara a estos desconocidos. Bah! Solo son tonterías. Creo que el sueño me abotarga y mis sentidos se dejan llevar por el imaginario inculto y vulgar de la gentuza que me rodea. Las velas casi se consumen. Debí traer más.

Febrero 2

Hace dos días partimos del campamento y nos internamos en el bosque. Justo ahora acampamos cerca de un rio ruidoso y feroz. La brisa esta llena de vapor y hay una molesta capa de agua sobre nuestros cuerpos que nunca se seca. No puedo escribir mucho o las hojas se consumirán con tanta humedad.

Febrero 6

He encontrado algo muy extraño la tarde de ayer. Mientras avanzábamos por un claro, cerca de algún pantano a juzgar por el olor y las luces fatuas que vimos esa noche, un destello de luz repentino revelo un objeto brillante enterrado en medio del terreno. Nos acercamos con cuidado y era un hermoso brazalete de oro con inscripciones latinas y una serpiente bicéfala a modo de cuerpo. No se que podría estar haciendo algo así en un lugar tan salvaje como este. ¿Parte de los hombres de Aranda? Es la única solución que se me ocurre por ahora.

Al anochecer.

Hay algo aquí. Puedo casi sentirlo. Una presencia enorme y, y…casi diría racional. Algo que nos espía desde la maleza. Y ese maldito olor ha vuelto. Lo siento (no hay mejor palabra para describir lo que me produce) incluso sobre la fetidez de la ciénaga. He pedido un arma al teniente Zuloaga.

Febrero 7

Uno de nuestros hombres se ha ido. Así, solo se fue. Sus pertrechos, y caballos a su cargo se han ido también. Una deserción escuche entre los restantes soldados. Espero que sea así.

Febrero 9

Una figurilla semienterrada bajo las ruinas de lo que parece…un pórtico columnado me ha helado hasta los huesos. Es de una bestia, una atrocidad de las mentes que lo tallaron, con lo que parecen cuernos, al menos diez, y siete cabezas con rostros de diferentes creaturas apócrifas y de fantasía. Pero es el detalle de los rostros, todos feroces y repulsivos, lo que me ha puesto nervioso a la puesta del sol. Hasta ahora el olor de Aranda, como lo han llamado los hombres, sigue sin apestar el ambiente.

Hoy se ven las estrellas, así que lo aprovechare y utilizare mis instrumentos.

Después de medianoche.

¡No puede ser! ¡He sido testigo de algo irracional! Al salir a medir la posición de las constelaciones del Carro y la Mayor para mi estudio fue imposible localizarlos. Simplemente no estaban allí. Escudriñe el cielo estival y solo fantasmagorías se revelaron a mis lentes graduados, trazos irreales y figuras feericas danzaban bajo algún compas inaudible, como si mas allá de los débiles horizontes de nuestras mentes miserables algún enloquecido demonio tocara una flauta de horror. Es demasiado. Mañana mismo regresaremos a la bahía.

Febrero 12

Zuloaga ha muerto. La fiebre lo ataco hace dos días. Lo cremaremos aquí mismo; no podemos darnos el lujo de cargarlo hasta el campamento. Su cuerpo estaba lleno de ámpulas explosivas, de mal olor y un color necrótico. Le he advertido a los hombres que no lo toquen; espero que no sea contagioso.

**

Febrero 14

Un manto de muerte nos ha envuelto. Un día ajetreado por esta extraña viruela. Feliz día de los enamorados, te extraño Sandra. No puedo más que llorar.

Febrero 15

La fiebre se ha mermado por sí sola, no me lo explico. Simplemente se fue… así como apareció y termino con la vida de Zuloaga a desaparecido con la vida del pobre Saúl, el único ingeniero de maquinas; tres años en la guerra y fueron ámpulas y no balas las que acribillaron su cuerpo, el capitán está nervioso, quiere largarse. Pero la guardia costera nos ha ordenado mantenernos en la bahía. Encadenados en la isla de Aranda.

Febrero 16

Todo es una pesadilla, ahora que me encuentro seguro de la locura de la tripulación y de su estúpida e irracional superstición puedo escribir estas palabras. Cerca de donde encontramos el brazalete es el único lugar al que no se atreven a venir por miedo a viejas historias de marinos que ese tipo llamado Armando les ha estado contando; algo de un devorador de estrellas y antiguos señores. Esos son disparates de gente ignorante y poco preparada, sin embargo no puedo explicar ese olor maldito que a aparecido de nuevo y parece venir de ningún lugar. Busque todo el día el pantano sin ningún éxito. Estoy cansado, mañana entrare en las ruinas.

Febrero 17

¡Dos voluntarios! No puedo creerlo, la ignorancia es la única constante en esta enorme roca, las estrellas se han vuelto locas, como la tripulación que se queda más por la cuarentena impuesta por la guardia costera que por voluntad propia. El sol pareciera ir de norte a sur algunas veces, creo que me a afectado el calor; tendré que posponer la expedición. Solo espero que mi pequeño grupo no desaparezca como aquel tipo, estoy arto de deserciones… A veces ciento que esto me sorprende, otras simplemente es racional.

Febrero 20

Fue horrible, solo una bestia invocada de los más profundos avernos podría haber hecho algo así. Los hombres que acampaban cerca de la playa fueron… no encuentro palabras para describirlo, abominable, un calor abrazador burbujeaba en mis entrañas y sentí de pronto la desesperación de la soledad, y la plena sensación ignívoma del odio. Me desentrañaba el hecho de la muerte y mi alma se encogía bajo el yugo de una ignorancia feral. Pronto me di cuenta que al otro lado de la playa el capitán y unos 15 hombres armados con Thompson veían con ojos muy abiertos e igualmente fascinados.

Comienzo a creer que algo no quiere que entre a las ruinas, siempre que comienzo una incursión algún evento desafortunado o sanguinario como el de hoy ocurre. Me sacan totalmente de mis intenciones, el cielo nocturno vuelve a ser incomprensible y de un color azabache, me siento indefenso. Esta noche la pasaremos en el barco.

Febrero 21

Reina el descontento y temo un posible amotinamiento. La guardia costera a amenazado con dispararnos si violamos la cuarentena. Estamos atrapados en este miserable y ahora hediondo lugar, ¡Dios el olor se ha vuelto insoportable! ; Como si fuera poco, se avecina una tormenta.

**

Febrero 24

Hace tres días, la noche de la tormenta, el mar se torno irascible y malvado con los marinos. Eso no es una novedad, el mar es un aliado sempiterno de las tormentas. Pero aquella noche que ahora me parece tan lejana, las olas golpeaban el casco del Priority con tal fuerza que los camastros se derrumbaban, los cañones se desprendían dela cubierta y los hombres eran arrojados en el aire y golpeados una y otra vez antes de ser devorados por el terrible abismo inmisericorde de las aguas. El buque encallo en las playas al norte de la isla. Solo sobrevivimos cuatro.

Febrero 25

El cabo Martínez se suicidó esta mañana. El día esta nublado. Esperamos que aclare para evaluar los daños en popa.

Al atardecer.

Los daños son irreparables. Aun con el material y los hombres necesarios el Priority no volverá a navegar.

Febrero 28

La selva ha devorado a los últimos hombres que quedaban. Parece que lo que acecha desde las sombras se ha empeñado por aislarme, dejarme desvalido y ver mi lenta muerte. Juraría que he escuchado una risa, una risa estentórea, vil, carente de piedad y sin embargo más humana que cualquiera. Su risa.

¿Marzo 10?

Las voces ancestrales vienen por mí, susurran canticos de muerte y tormento, prometen realidades sin desenfreno en el abismo de su olvido, carecen de culpa y son tan eternas como la criatura que cada día habla con más atrevimiento del futuro al que he sido condenado. Mis recuerdos me abandonan y poco a poco la figura de mi amada va perdiendo su aura tranquilizadora y veo el ardor de mi propio sufrimiento en su rostro cuando cierro los ojos. La certeza de mi vida va desvaneciéndose…

¿Marzo 23?

... Es cuestión de días para que mi cuerpo muera. Ya no estoy tan seguro que mi alma siga el mismo camino…

(Paginas desprendidas)

Fecha desconocida

Hoy he visto pruebas de que la ciencia es un vano y aun muy lejano intento por comprender los fenómenos que nos rodean. Desde los tiempos en que el hombre se dio cuenta de su supuesta superioridad creyó que era el punto mas elevado de la creación natural. Se tomo la osadía de creerse capaz de explicar el universo que se creía destinado a gobernar, de caer en la falsa presunción de comprender y asimilar cada aspecto de la maquinaria de la existencia. Hemos sido unos tontos. Él me las ha mostrado…

MH y MA...esperamos y la disfruten.