martes, 14 de julio de 2009

Primer Saludo


Me canse de mendigar un espacio en revistas, periódicos, murales culturales…
Estoy harto de ver las caras de los editores que sin leer siquiera mis manuscritos me los devuelven con desprecio y lastima. No creo que encuentre a nadie que quiera publicarme ni un anuncio oportuno y la perra que me prometió un espacio en una revistica de provincia decidió suicidarse porque no le gustaba verse la panza cuando cogía. Si lo pienso mejor, la culpa es toda suya. Fue ella quien me dio alas para que continuara escribiendo, me convenció con esa mierda de que "escribía con la verdad", me aseguro que mis cuentos eran buenos, que la hacían reír.
Ahora que también es posible que solo sea un pendejo que no sabe escribir, pero con aires de grandeza. No, no es solo posible. Es la jodida verdad.

Pero no exageremos tanto. No he mandado cuentos a ningún lado, ni nadie me los ha rechazado con desprecio, ni ninguna gorda se ha muerto por algo tan estúpido (hasta donde yo se), aunque debo admitir que han reído con ellos (¿o es DE ellos?). Ese es el problema con las lisonjas, ese cosquilleo en los dedos cuando alguien te dice que no escribes tan mal y que tienes oportunidad de despuntar. Y yo de idiota que me lo creo.

A mi no me consta que todo eso sea verdad, ni siquiera se si fueron sarcasmos bien maquillados pero mientras comprobamos que tanta malicia hubo en esas palabras, he aquí lo que tengo que decir.

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Estas líneas van como justificación a lo que, en un dia lluvioso y sin nada mejor en mente que beber cerveza escuchando a Jose Alfredo Jimenez, consideré no como una buena idea sino como un vil capricho. Dar a conocer la literatura que leo.

Alguna vez me preguntaron que pensaba acerca del trabajo del editor. De textos, claro. En un principio no supe que responder, nunca me había puesto a pensar en que significaban los nombres escritos debajo de los títulos de las compilaciones de textos que había leído. Para salir avante del embrollo solté lo primero que me vino a la cabeza: “Son escritores frustrados”. Ya no recuerdo si las risas que eso provocó fueron sinceras o un eufemismo para mi estupidez tan notoria. Por la respuesta que recibí a cambio me inclino por la última de estas. Sin extender demasiado conversaciones innecesarias, lo esencial fue esto: “…es como la cuestión de los regalos. Un regalo bien dado es aquel que te causo una experiencia tan grata que no podías hacer menos que compartirlo.” Al principio no entendí muy bien a que se refería esa chica de cabellos con puntas azules y boca casi deslabiada. Después, el asunto se fue empolillando hasta que una madrugada triste y muy solitaria me puse a revisar mis cajones con la esperanza de encontrar algo que me ayudara a dormir. Un revolver fue lo que en realidad buscaba pero no basta querer que algo este allí para que lo haga. Bien seguro de que esa noche no seria la ultima, seguí hurgando en oscuros rincones y encontré un pequeño libro azul maltratado con un titulo bastante sugerente: Deathworld. Cuando cerré la contraportada, varios dos días después, supe a que se refería esa mujer de nombre griego.

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Aquí, a fin de cuentas, vamos a hablar de que leemos…porque yo no soy el único que va a participar en darle vida a este estéril lugar. Mi compañero, mi amigo y hermano ha decidido sumarse a este tonto esfuerzo por dar a conocer los gustos y aficiones que han marcado nuestras vidas. Y que mejor manera que hacerlo que con nuestros simples pero sinceros relatos. Quizá necesiten alguna pastilla para el mareo o algún liquido rosado para las nauseas después de leer lo que, en los próximos meses, publicaremos, pero si hacemos que alguno de ustedes pueda esbozar una sonrisa o sienta que no perdió su tiempo al dedicárnoslo, entonces, estaremos complacidos.

Muchos (si es acaso uno, ya será pedir demasiado) se preguntaran que significado tiene el pequeño texto que esta entre los asteriscos; si he de ser sincero, solo era algo que hacia tiempo quería compartir, pero que por una causa u otra no había salido a flote. Es una estupidez, esta muy mal escrito (incluso para mis estándares) pero le da el toque de seriedad necesario a esta primera pero no espontanea invitación a que se unan a este esfuerzo.

Hey, no se quejen, que todo surgió de la mano de una botella de cerveza.



M.H

2 comentarios:

  1. Que mejor estimulo que una buena botella de cerveza para iniciar lo que la mente mantiene como objeto de un deseo o de lo peor que hay en nuestro ser.

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  2. Después de 9 años, al fin un comentario!! Yeiii!

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